Tareas domésticas: un as en la manga

Tengo un as en la manga. Y como ya nos vamos conociendo, y me vais cayendo bien, venga, os lo cuento.

El nido no se ensucia nunca. No tenemos lavadora, ni plancha. La ropa se mantiene limpia, y si los pollos abren sus armarios, allí encontrarán la que no está usando, es un proceso natural. Los baños son autolimpiables, Os sorprendería comprobar lo fácil que es que todos los productos y utensilios de aseo, así como sus residuos, tengan la autonomía de volver a su sitio o a su lugar de deshecho después de usarse.

Nunca generamos basura. Que costumbre tan absurda. Acumular residuos en un cubo. Y luego transportar esa materia incómoda, e incluso maloliente.

No compramos comida. Evidentemente, como esto es un nido, la naturaleza nos provee.

En realidad todo este esquema de funcionamiento no tiene misterio alguno. Sólo tendríais que ser adolescentes y vivir en los mundos de yupi. Automáticamente vuestro mundo funcionaría así. Todo a vuestro alrededor sucedería porque si. No tendríais que plantearos nunca si el planeta necesita vuestra interacción para algo. ¿Para qué? ¿Es que no es este el orden mundial natural? Adolescentes, teenegers, adolescent, έφηβος, teini-ikäinen, apostaría el pico a que esta dinámica es así en cualquier idioma y rincón del mundo en el que los padres y madres nos hemos vuelto tontos del bote y les hemos dejado creerse que están en esa dimensión paralela.

Pues hasta aquí. El tema sugerido por Hay vida después de los 6  este mes me ha venido al pelo. Ha sido el ingrediente principal de la últmia crisis que ha sacudido las raíces que sustentan el nido. Solo hizo falta juntar pájara con pata lesionada e inmovilizada, y pollos en su línea: vaya, parece que el mundo sigue girando, y mira por donde, en torno a mí! Y por si fuera poco, un costillo también lesionado, en una mano. Vamos, una fiesta, si planeáramos hacer el dúo de las desgracias no nos saldría mejor.

Tampoco es que yo sea tan tonta como parece, en realidad me lo hago, como la mayoría. La teoría ya me la sé. Reparto de responsabilidades, diálogo desde la más tierna infancia, bla bla bla. Pero lo cierto es que hoy levantas un pie, diez años después acabas de dar el paso, y los encuentras ahí, totalmente desacostumbrados a ocuparse motu proprio de sus propias necesidades básicas. Ya no digamos de tomar la iniciativa para encargarse de las de su progenitora temporalmente disminuida. Ese fue el chorro de vapor que hizo explotar la olla exprés.






Mamá pájara:

- ¿Pero de verdad que ves lo que hay y no tienes la necesidad de tomar la inicativa en ninguna de las cosas que hacen falta?

Pollo:

- ¿Y en lugar de ponerte como una fiera es tan difícil decir lo que quieras que haga y asunto arreglado?

No voy a aburriros con más detalles,. El proceso siempre suele ser el mismo:  enfurecida primero,-pero como pueden ser así-, totalmente desmoralizada después,-pero que mal lo hice-.

Y volvemos a empezar. Reunión familiar. Libreta y boli en mano. Repartamos y acordemos las tareas de las que se ocupará cada uno. Pero repito, no es la primera vez. Es como un bucle. Siempre digo que llegada una edad, ya no educas, solo te conviertes en policía comprobando que hayan hecho lo que saben de sobra que tienen que hacer. Y siempre hay un rizo más que rizar, siempre hay una norma que se suponía clara que tiene un matiz, una laguna, susceptible de servir de excusa. Agotador.

Sé perfectamente que llegada una edad es necesaria la autonomía. Y tengo más que asumido que yo no he cumplido del todo el objetivo. Estamos ahí, una de cal, una de purpurina. Que ya sabéis de mi bipolaridad, y los momentos buenos yo los elevo a categoría de éxtasis.

Y seguimos ahí. Las tareas están definidas, por escrito y casi casi ante notario, como os contaba en el post anterior. La novedad por aquí es un una hucha (con forma de pajarraco, como no) a la que va a parar una cantidad simbólica con cada falta en las tareas - por parte de los cuatro, que no se diga que no hay democracia-.

Releyendo detecto un tono negativo e irónico. Lo segundo es muy yo, lo primero también, pero es de las zonas oscuras que debería ir limando. No es así. Aquí llega la línea ñoña, por si os la queréis ahorrar. Cada uno de los pollos tiene una personanidad única, expcepcionales las de los dos. Y especiales. No se dejarán estropear por una pájara loca que no siempre consigue, o casi nunca, inculcar lo adecuado (a buenas horas...)

Y cada mochuelo a su olivo, que el mundo sigue girando, en torno a ese sol pollos, tan  cálidos y brillantes, y tan imprescindibles para todos.


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Hay vida después de los seis años" es una iniciativa en la que queremos implicar al mayor número posible de blogs con el fin de hacer más visibles los problemas y situaciones que viven las familias con niños que han dejado ya atrás la primera infancia. Hijos en edad escolar, preadolescentes, adolescentes... todos tienen cabida aquí. Si estás interesado en aportar tus experiencias sobre el tema propuesto, no tienes más que publicar bajo el hashtag #hayvidadespuesdelos6 el tercer lunes de cada mes
1. Mamá en Bulgaria  5. Marta (diario de algo especial)  9. La libreta de Amaya  
2. Merak Luna. Ciclogenesis implosiva  6. Pilar - MamásFullTime  10. Objetivo: nido vacío  
3. Mamadedos  7. La mama Vaca Blog  
4. Grimhilde (@nurananu)  8. La Sonrisa de Mini Yo  




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6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Catalina!!
Que el otro día te leí desde el móvil y no pude comentar. Y me quedé con las ganas!

Déjate de tono negativo. A mí me encanta el encabezado de tu blog... Esa promesa de libertad futura, superada la fase de superprotección. Y el punto irónico es vital!! para poder salir adelante en según que situaciones.
Yo creo que tú ya lo tienes muy claro y, si lo visualizas... ya casi lo tienes. Espero que estés mejor (de la pata chunga) y sigue informando a las que venimos detrás!
Al fin voces de madres de adolescentes!! Que buena falta hacía. :-)

catalina dijo...

Qué alegría me da tu mensaje! esto me dice que voy en el buen camino, porque has descrito exactamente la motivación de esta aventura loca. Loca, pero también calmante, porque este alter ego mío es mi cura en los momentos de caída y de desánimo. Y esa ironía, como tú dices, mi tabla de salvación. En fin, que me enrollo, mi objetivo primero es mi autoterapia, y el segundo, poder conocer y compartir experiencias con otras madres y padres en la misma situación, que no deja de ser más autoterapia!
Muchas gracias por tu comentario, saludos grandotes!!!

Unknown dijo...

Hay esperanzas!!! Aunque sean en tono irónico, aunque sean medias tintas, algún día esta casa brillarà como el sol.

catalina dijo...

Claro que si! Y lo que siempre habrá por el camino será humor! Muchas gracias!¡

Mamá en Bulgaria dijo...

Me cuesta imaginar el día en que mis hijos sean tan mayores como los tuyos.. Cuando hablas de adolescentes, lo que me viene a la mente es mi propia adolescencia con mis hermanos. Debíamos llevar de cabeza a mi pobre madre, seis adolescentes casi seguidos.
Yo creo que cuando se vayan de casa les echaremos de menos.. Aunque ahora a mi no me lo parezca jaja!

catalina dijo...

Bueno, mucho echar por fuera y a la hora de la verdad ya te contaré... Me costará como a todo el mundo! Gracias por comentar!